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Luchando contra el odio en todos los frentes:
un llamado a la justicia más allá de las palabras

El 29 de agosto, Denver se despertó con una horrible exhibición de carteles de odio y antiinmigrantes atornillados a las paradas de autobús. En cuestión de horas, la policía y la agencia de tránsito retiraron estos carteles e iniciaron una investigación, etiquetando rápidamente el incidente como un "crimen motivado por prejuicios". Los líderes de la comunidad condenaron los carteles y llamaron a la unidad. Esta respuesta es vital: cuando surge este tipo de comportamiento, debemos oponernos firmemente a él.

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Sin embargo, al mismo tiempo que nos oponemos a esto, no podemos ignorar otras injusticias en nuestras comunidades.

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Una crisis en Aurora

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Aurora enfrenta su propia crisis. En el complejo de apartamentos The Edge at Lowry, la actividad de pandillas ha aumentado: grupos que, según se informa, irrumpen en los apartamentos, portan armas de fuego y subarrendan unidades ilegalmente. Muchos residentes, sintiéndose inseguros, se han mudado. Sin embargo, las voces de quienes son aterrorizados en sus hogares no han recibido la misma atención que las de quienes son blanco de los carteles ofensivos.

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La situación en Aurora también se relaciona con el debate en curso sobre la inmigración y las ciudades "santuario". El alcalde Mike Coffman ha expresado su preocupación por las pandillas como el Tren de Aragua de Venezuela que explotan a las comunidades vulnerables. Las fuerzas del orden están respondiendo, pero ¿dónde está la protesta pública por quienes enfrentan la violencia a diario?

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La justicia debe ser universal

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La justicia no se trata solo de condenar el odio visible; se trata de luchar por la seguridad y la dignidad de todas las personas. Los líderes cívicos no deben rehuir a reconocer que los depredadores están lastimando a las personas vulnerables. La fuerza radica en la unidad, incluida la unidad para protegernos mutuamente del daño.

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También debemos reconocer que los más vulnerables no son solo aquellos que son el objetivo de los carteles ofensivos, sino también aquellos que viven con miedo a la violencia de las pandillas y se sienten abandonados por los sistemas destinados a protegerlos.

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¿Quién defenderá sus derechos a la seguridad y la protección?

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Merecemos una respuesta integral que luche contra el racismo y el crimen con la misma pasión. No es suficiente que los líderes hagan declaraciones; necesitamos acciones reales que aborden todas las formas de injusticia.

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Un llamado a la acción

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Ahora es el momento de que los líderes, activistas y residentes de Denver demuestren que nuestra lucha contra el odio se extiende más allá de las palabras. Debemos oponernos a todas las formas de injusticia, ya sean carteles ofensivos o violencia de pandillas que aterroriza a las familias. Nuestra ciudad debería ser un lugar donde todos, tanto los residentes de larga data como los nuevos inmigrantes, se sientan seguros y bienvenidos.

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También debemos observar de cerca a Aurora. Los migrantes han sido ubicados en edificios deteriorados, dejados vulnerables a las pandillas y los criminales. Imagínese ser un inmigrante pobre, que enfrenta no solo los desafíos de una nueva vida sino también la amenaza de la violencia. Qué frustrante sentirse abandonado y no deseado.

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Si bien mi oponente ha condenado con razón esta acción, ha guardado silencio sobre la crisis de Aurora. Aunque Aurora no está en mi distrito, su proximidad a Denver significa que los desafíos que enfrentamos están interconectados. Me postulo para el Congreso para asegurar que nuestra lucha por la justicia aborde todos los problemas que afectan a nuestras comunidades compartidas, reconociendo que lo que afecta a una ciudad a menudo afecta a la otra. Los residentes de Denver y Aurora merecen saber que sus voces importan. Deberían exigir acciones, no solo contra estos carteles ofensivos, sino contra toda amenaza a nuestra seguridad y dignidad compartidas.

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Estos son nuestros niños, nuestros ancianos, nuestros enfermos, los más vulnerables entre nosotros. No podemos permitirnos una justicia selectiva. Debemos luchar por ello con valentía, con compasión y sin excepciones.

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